Te dejamos acá algunas de las acepciones que tiene el diccionario:
- Aligerar, hacer menos pesado.
- Quitar a alguien o algo parte del peso que sobre él o ello carga.
- Disminuir o mitigar las enfermedades, las fatigas del cuerpo o las aflicciones del ánimo.
Los seres humanos tendemos a buscar los caminos que parezcan más certeros, y cuando no tenemos esa confianza, nos incomodamos. Por eso hemos considerado importante contarte que aliviar es muchas veces confundido con curar, es decir con eliminar la enfermedad y restaurar la salud. Y si alguna certeza hay, es que sería muy pretencioso de parte de los profesionales de salud vender la idea de que siempre se va a restaurar la salud.
Por supuesto el objetivo inicial y principal, es curar. Pero lo cierto es que la mayoría de las veces, los servicios de salud se ocupan de controlar las enfermedades y los síntomas, es decir, de aliviar. Pocas intervenciones médicas han demostrado erradicar las enfermedades de tal manera que se pueda hablar de curación; aunque algunas sí.
No vamos a explicar más tecnicismos, lo importante es saber que, si un equipo de salud se compromete a aliviar, se está comprometiendo a recorrer el camino juntos, a ofrecer posibilidades, y hacer las cosas de la mejor manera posible para aligerar las cargas emocionales y físicas que una situación de salud pueda generar en el paciente y su familia.
Entonces, aliviar es hacer que una situación sea menos grave, menos dolorosa, menos molesta. Nuestra recomendación es que cuando te enfrentes a un problema de salud tuyo o de tus seres queridos, que busques ayuda profesional para entender las opciones, que converses la situación con las personas importantes para ti y con todos los que puedan aportar, que hagas equipo, y que te prepares de manera adecuada e informada para enfrentar lo que viene de la mejor forma y con las expectativas estudiadas y priorizadas.